jueves, 8 de mayo de 2014

Los Diez Toros del Zen Kokuan




1. La Búsqueda el Toro.

 Recorro interminablemente los pastos de este mundo en busca del toro. 
Atravieso innumerables ríos, perdido en impenetrables perfiles de distantes montañas.
 Fallece mi fortaleza y se agota mi vitalidad, no encuentro el toro. 
 En la noche sólo oigo el chirriar de las cigarras a través del bosque. 







2. Descubrir sus Huellas.

!Junto a la rivera bajo unos árboles, descubro huellas! 
Incluso sobre el fragante pasto veo sus pisadas. 
Están en lo profundo de las montañas remotas.
Este rastro no puede ocultarse a ninguna nariz que apunte al cielo.



 

3. Encontrar al Toro.

Oigo la canción del ruiseñor. 
El sol es cálido, la brisa suave, los sauces verdean a lo largo de la ribera,
Aquí ninguno toro puede ocultarse! 
¿ Qué artista podría dibujar tan soberbia cabeza, cornamenta tan majestuosa?








4. Apresar al Toro.
Lo apreso con feroz lucha. 
Su gran poder y voluntad son inagotables. 
Desde la colina embiste a la inalcanzable nube lejana,
O permanece en un barranco impenetrable. 













5. La doma del Toro
Preciso el látigo y lasoga,  
De lo contrario, se escaparía por caminos polvorientos.
Si está bien domesticado, llega a ser dócil con naturalidad. 
Entonces, sin herraduras, obedecerá a su dueño. 








6. Montándolo hasta casa.
Monto el toro, lentamente  regreso a casa. 
El son de mi flauta endulza la tarde. 
Marco con palmas la armonía que me acompaña, y dirijo el ritmo eterno. 
Quien oiga esta melodía se unirá a mí. 










7. Trascendiendo al Toro.
A horcajadas sobre el toro, llego a mi hogar. 
Estoy sereno.
El toro también puede reposar. 
Empieza a amanecer.
En el plácido descanso, bajo el techo de mi morada, abandono el látigo y la soga. 








8. Ambos,  el toro y mi mismidad, trascienden.
Látigo, soga, mismidad, y toro,  todo llega a "no-ser".
Este cielo tiene tal amplitud que ningún término puede abarcarlo.
¿ Como puede existir un copo de nieve en un fuego ardiente? 
Aquí hay  huellas de patriarcas. 










9. Alcanzar la Fuente.
Demasiados pasos se han dado para regresar a la raíz y la fuente. 
!Mejor hubiera sido sordo y ciego desde el inicio! 
Morar en la propia intimidad, indiferente a lo de fuera.
Las aguas del río fluyen plácidas y las flores son rojas. 


 







10. En el Mundo.
Descalzo y con el pecho al descubierto, me mezclo con la muchedumbre. 
Mis ropas son andrajosas y polvorientas, y siempre mantengo la placidez. 
No uso magia alguna para prolongar mi vida; 
Ahora, ante mí, los árboles muertos aparecen vivos. 

No hay comentarios: